En la última sesión, vimos un fragmento de una película ("Thirteen") y la analizamos desde los distintos rasgos de la adolescencia que vimos en la sesión anterior. Para hacer el análisis nos centramos en diferenciar los cambios que sufría la protagonista en esa secuencia, qué tipos de cambios ocurrían, cómo tiene lugar el cambio, es decir, los procesos principales que favorecen o conllevan el cambio y los motivos que la llevan a cambiar.
La secuencia de la película puede organizarse en diferentes hitos, de mayor o menor relevancia para la protagonista, pero que se influyen unos a otros en cómo da sentido o cómo ella se entiende a sí misma y a su relación los demás.
Para mí, hay dos relaciones paralelas importantes que son dos grandes influencias y cambios que sufre un adolescente, o al menos a mí me lo parece: la relación que tiene con la madre y la relación que tiene en un ámbito más social fuera de su familia, ya sea en el instituto o fuera de él.
Ayer vi la película de "Un monstruo viene a verme" y al principio de la película se describía a un niño de 12 años como "demasiado viejo para ser un niño y demasiado joven para ser un adulto", algo que yo entendí como una buena definición de lo que es la adolescencia. Me gustó la definición primero porque lo entiende como una transición entre la niñez y la adultez y segundo porque deja muy abierto lo que para cada uno implique ser un adulto y ser un niño.
Hablando de la relación que tiene la niña con su madre, y vinculándolo con el planteamiento de Kegan de los cambios de conciencia en momentos clave de la vida, creo que un problema puede surgir cuando dos personas se encuentran en diferentes niveles de conciencia porque implica que no están hablando de lo mismo al no estar teniendo en cuenta las mismas concepciones. Por ejemplo, cuando la madre escucha el poema de la hija creo que es una evidencia de que la madre no es capaz de entender o dar la misma importancia que tiene para su hija el poema. Sobre todo porque su manera de actuar en ese momento es irse, es priorizarse a sí misma y no a la hija que era la que realmente necesitaba ayuda. En ese sentido, la madre estaría en un nivel de conciencia 2 y la niña en el 3, al menos en ese momento de la película.
Esto me llevó a pensar en que tener relaciones con personas que se encuentran en tu miso nivel de conciencia presenta limitaciones a la hora de que no tienes acceso a los niveles superiores, o al menos la transición de un nivel de conciencia a otro superior es más difícil.
En términos de autonomía, la madre proporciona y tiene mucha confianza y responsabilidad en su hija, además del resto de hermanos, y parece como que carga la familiar la tiene la chica, al menos al inicio de la película.
El hito más importante de la película creo que es cuando otra chica se mete con ella con su manera de vestir (infantil). Eso genera una transición, un turning point (punto de giro) respecto a cómo se entiende a sí misma y decide cambiar su habitación (tirando los peluches), su forma de vestir (comprando ropa con madre), fumando a escondidas e incluso robando. Estos cambios los veo como una consecuencia de esa vivencia, de cómo la interpreta y el hecho de que quiera cambiar para dejar de ser quien es, para evitar que se rían de ella y para demostrarse a ella misma y a los demás que no es la niña que era y que está cambiando. En sí es una manera de diferenciarse de su yo niña y comienza a explorar nuevas formas de ser. No sabe lo que es pero empieza a indagar en lo que puede convertirse rompiendo totalmente con cómo era anteriormente.
Los motivos del cambio pueden ser que no le tomen en serio, en el sentido de que no se valora al adolescente como adolescente, sino como un adulto y un niño a la vez. La madre la considera un adulto, o al menos lo da a entender, mientras que la otra chica la trata como una niña. Y ella se da cuenta de que no es ni una cosa ni otra. Se va de casa cuando llega su madre para demostrarla que no es una adulto y roba el dinero a la señora para demostrarle a la otra chica que no es una niña. No tiene una identidad definida en cuanto a la manera de considerarse como una adulta o como una niña y eso le permite cierta libertad para explorar lo que siente, lo que hace y lo que piensa.
En cuanto a las conversaciones que mantuvieron los portavoces de los grupos, me gustó más la primera que la segunda porque daba la oportunidad, o al menos a mí me la dio, de poder integrar cada uno de los rasgos de la adolescencia en un mismo y de cómo se influyen unos a otros. Por ejemplo, los cambios cognitivos y sociales se relaciona con su concepto de autonomía en términos de libertad, autodescubrimiennto y exploración influida tanto por el status de identidad que posee porque su contexto socioeconómico repercute en la manera de explorar fuera de habitual, en las diferencias del nivel de maduración psicológica que presenta en los distintos niveles en los que se desarrolla (escuela, familia, amigos), en la necesidad de integración social por medio de la toma de decisiones recíprocas y en la idea de que todo el mundo piensa en ella y eso implica que sus referencias sociales cambien.
Me llama la atención el tema de la toma de decisiones recíprocas como una manera de integrarse socialmente en un grupo. Algunos autores lo consideran como el primer paso para tener un sentido de ciudadanía de la que todos participamos u comenzamos a participar a partir de esas decisiones que las tomamos de manera autónoma pero que van enfocadas a la aceptación social más allá de lo que se piense individualmente. Sería como una pequeña transición entre priorizar mis propios intereses y los del grupo en el que quiero integrarme para sentirme aceptado en él y que los miembros de ese grupo me consideren como parte del grupo. Pero en realidad lo haces porque quieres formar parte de ese grupo y haces cualquier cosa (cambias tu forma de vestir, tu forma de actuar) e incluso dejas a un lado los principios éticos y morales que tenías para vivir en sociedad.
La adolescencia implica cambios en el desarrollo biológico, psicológico y moral.